martes, 28 de abril de 2015

ITALIA.Unas vacaciones con niños bajo el Sol de la Toscana




Nunca había estado en Italia, nunca había hablado italiano ni había comido pasta fresca en la Toscana.
Pero este año si. Este año decidimos de golpe y porrazo pasar unos días navegando por los canales de Venecia, subir al Campanile de Florencia, rodearnos de cipreses en la Toscana y sumergirnos en un tráfico caótico entre Fiats y Ferraris en Maranello.
Aprendimos a decir correctamente grazie mille, prego, ciao, gelato, pizza, buongiorno, buonanotte, arrivederci, cafèlatte, molto bene y birra.
Sobretodo birra, porque en Italia hay que andar mucho para no perderse nada, y claro, después hay que hidratarse bien ¡pero a que precios!



Aún así el viaje vale la pena.
Porque Italia es deliciosa y variada pasta fresca, pero fresca de verdad. Y peperoncino, pizza, salami,  queso pecorino, prosciutto, vino y focaccia ¡todo junto!




Es turismo con mayúsculas.
Una multitud de gente por las calles abordando sus monumentales catedrales, puentes, palacios y todo lo escalable, visible o fotografiable que se ponga por delante. Aunque en mis fotos apenas se percibe, os aseguro que es así, Venecia y Florencia son un bullicio de turistas, bicicletas, góndolas, vaporettos y motos en proporciones similares.
Solo superable por la cantidad de vendedores y portadores de paloselfies. Y yo que me he venido sin ninguno...





Italia es arte, decadencia, restauración y vuelta a empezar. En cada esquina no te queda más remedio que dejarte sorprender por pequeños detalles o por impresionantes fachadas pulidas por el tiempo y la gente.
Es difícil sugerirte algo concreto, pero, aparte de los sitios de visita obligada que encontrarás en cualquier guía, yo te recomendaría especialmente que busques un hueco para entrar en la Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella ( grazie mille Iverina por el descubrimiento) para empaparte de arte, de olores y texturas de productos de belleza, hechos con extractos de plantas y flores naturales.
 Il Mercato Centrale Firenze para degustar  buena gastronomía italiana en un sorprendente edificio reformado para tal fin y La Divina Osteria , un pequeño restaurante florentino donde ofertan una impresionante Bistecca a buen precio, con aperitivo y Limoncello incluido.
Y te atiende un personal amable y divertido. Aunque esto último, he de decirte que ha sido la tónica general de todos los italianos con los que nos hemos cruzado.





Venecia y Florencia es mármol, agua, madera y color.
A nosotros nos faltó un poco del verde de los árboles, del amarillo del trigo y la explosión de color de las flores en los campos de la Toscana. Creo que tendremos que volver algo más avanzada la Primavera. O con el rojo de las viñas en Otoño.
Pero aún así, saboreamos pizza y cecina (o farinata, una especie de tortilla al horno que se prepara con harina de garbanzo) en una preciosa plaza en Lucca, vimos atardecer en Pisa y llegamos a cenar con la caída del sol sobre el Mediteráneo en la preciosa playa de Viareggio.
Tomamos vino y embutido en Greve in Chianti  y, en el turístico pueblo medieval San Gimignano algunos hicieron cola para degustar el mejor Gelato del mundo que ofrece la Gelateria Dondoli.
Dicen los paladares que lo probaron, que estaba deliciosoooo






Italia es historia desde que entras hasta que sales.
Escaparates llenos de la moda más actual, conviven con prendas hechas para el mismísimo Casanova.
Si lo tuyo es el calzado, la piel o el diseño en Italia te va a sorprender la cantidad de tiendas dedicadas a ello. Sinceramente,  a mi me ha sorprendido



Italia es también, seguro, muy buenos recuerdos para todos los que hemos ido a conocerla y nos hemos parado a observarla como si fuésemos niños.
Y a veces, a comportarnos como ellos ¡que las vacaciones son para divertirse!






Arrivederci Italia

 ¿Y tu? ¿ has visitado Italia en alguna ocasión? 
¡¡a lo mejor ahora mismo te lo estás planteando !!



Si quieres ver más fotos de este viaje, te espero en Instagram como Pepabarco



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