El erizo y la eriza

Mientras preparo el último post de mi fin de semana "artesanero" (que penita me da), hoy quiero dedicar esta entrada a mi pequeña-gran princesa Claudia que cumple 10 preciosos añitos. No me imagino nada mejor para celebrarlo que unos tiernos versos primaverales de mi admirada Gloria Fuertes.
¡Felicidades peke!

Muchos de vosotros sabeis que yo siempre me he declarado muy fan de la escritora infantil y poetisa  Gloria Fuertes. Poco puedo decir de ella que no se haya dicho ya, y os recomiendo que visitéis su página para descubrir su vida y su obra, solo que nosotros, hemos pasado momentos muy divertidos leyendo y compartiendo sus versos, tan sencillos, cercanos y tan fáciles de entender por los pekes.
Cada vez que paseabamos por una librería, buscabamos sus libros, tenemos su Diccionario estrafalario, Cuentos para 365 días, El pirata mofeta y la jirafa coqueta...
Desde muy pequeños les leía a mis hijos poesías de Gloria Fuertes, si las recitas y entonas, se convierten en pequeños cuentos muy fáciles de memorizar. Ellos enseguida se los aprendían, y yo, jugaba a hacerme la despistada de vez en cuando, para dejarles continuar la narración justo donde yo la dejaba. Incluso escenificábamos la situación,¡eso les encantaba!, nos poníamos tristes si la situación lo requería, o alegres, o girábamos o lavábamos, temblábamos y siempre lo más espectacular y exagerado era ¡el final! (y el de esta poesía en concreto es precioso).
Hoy, que por fin sale el Sol, y me ha dicho al oído que viene a quedarse, os enseño una de mis favoritas, (la he escrito de memorieta, haberla leído como unas 200 veces me tenía que servir para algo).
¡ Venga ! ¿a que esperáis?, ¡seguro que tenéis algún "niño" cerca a quién leérsela! 
¿Queréis compartir conmigo las lecturas favoritas de vuestros pequeños de la casa?


EL ERIZO Y LA ERIZA

Iba un erizo 

andando por el Polo.

Iba muy triste,

-no porque fuera erizo-,

iba triste porque estaba solo.

Iba una erizo 

andando por el Polo.

-Aquí me moriré de frío

sin una amiga, sin un amigo.

Sin una comida, sin un abrigo, 

aquí me moriré de frío.

-Se me están helando las púas, 

se me están helando los pinchos.

Nieve y nieva,

y sin una bufanda,

y sin una madriguera.

¿Cuándo vendrá la Primavera?

Me lanzó a lo desconocido,

sea lo que Dios quiera.

(El erizo se hizo

una bola,

y rodó por la ladera)

Pasaron muchos días,

y el erizo despertó,

se desenroscó, abrió un ojo,

sacudió el hocico

comió unas florecitas 

y ya no tenía frío.

Era una soleada mañana, 

la nieve se quedó arriba

en los picos de la montaña.

En esto, vio a otro erizo

igual que él

-¡Cielos! ¡Un hermano! ¡Qué alegría!

-¡No soy un erizo, soy una eriza!

La eriza y el erizo,

por fin se casaron, 

y se dieron un abrazo 

CON MUCHO CUIDADO.

Gloria Fuertes

¡¡Ah!! aviso, este tipo de cuentos generará preguntas sin respuesta.¡Tendréis que estar atentos para echar mano de vuestra imaginación! ( ¿que rayos está haciendo un erizo en el Polo?, ¿pero?, ¿los erizos se casan?...). Y, si ellos no lo preguntan, no dudéis en preguntárselo vosotros, quizás os sorprendan las respuestas.